
- Ripple se está expandiendo en América Latina, que representa 7,31 TP3T del mercado mundial de criptomonedas, con crecientes esfuerzos para atraer inversiones extranjeras.
- Los avances de Ripple ejemplifican la necesidad de mejorar la ciberseguridad, la infraestructura y la colaboración entre los bancos y las empresas tecnológicas.
La industria de las criptomonedas está ganando un gran impulso en el continente americano, con Ripple a la cabeza de esta expansión. Con el cambio esperado en el entorno regulatorio tras la victoria de Donald Trump, Ripple señaló que la necesidad de activos digitales entre las instituciones seguirá creciendo cada vez más.
La economía de activos digitales está creciendo en las Américas.
A continuación se presentan 5 tendencias que debemos tener en cuenta:
1⃣ América del Norte lidera la adopción de criptomonedas
2⃣ El auge de las criptomonedas en América Latina
3⃣ Impulso regulatorio
4⃣ Actualizaciones de la diligencia de subcustodia
5⃣ Tecnología que permite un acceso seguro— Ondulación (@Ripple) 13 de noviembre de 2024
Norteamérica vuelve a emerger como un mercado dominante para la industria de las criptomonedas, impulsada por la creciente preferencia por las inversiones en activos digitales. Un informe reciente de Chainalysis revela que la región registró 1,2 billones de dólares en transacciones de criptomonedas en el año hasta junio de 2022, lo que la convierte en el mercado de criptomonedas más grande del mundo.
Por otra parte, los inversores institucionales han desempeñado un papel crucial, con transacciones que superan los 1 millón de TP4T1, lo que representa el 76,91% del volumen total de transacciones. Este cambio destaca en gran medida la creciente participación de los principales participantes del mercado, al tiempo que muestra la integración más profunda de los activos digitales en el ecosistema financiero.
Ripple pone sus ojos en el mercado latinoamericano
En medio de las débiles condiciones económicas y el colapso de las monedas fiduciarias en América Latina, Ripple está considerando una gran oportunidad para los activos digitales en esta región, informó CNF. Los cuatro mercados más grandes de esta región son Brasil, Argentina, México y Venezuela, donde la inflación vertiginosa y los riesgos cambiarios han empujado a los actores minoristas e institucionales hacia los activos digitales.
América Latina representa 7,31 billones de yuanes del mercado mundial de criptomonedas, lo que la convierte en la séptima región más grande en términos de comercio y uso de criptomonedas. Países como Colombia, Chile y Perú están trabajando para integrar sus bolsas de valores para atraer más inversiones extranjeras. Sin embargo, la liquidez limitada en los mercados tradicionales ha llevado a muchos inversores de la región hacia los activos digitales.
Si bien la adopción de criptomonedas está aumentando, los marcos regulatorios en las Américas están rezagados con respecto a otras regiones. En los EE. UU., la SEC aprobó los ETF de Bitcoin y Ethereum, y el XRP de Ripple fue clasificado como un valor no válido, pero aún no se ha logrado una mayor claridad regulatoria. Esta incertidumbre regulatoria continúa desafiando el crecimiento y la integración de los activos digitales en la región.
Cómo abordar la creciente demanda de custodia de criptomonedas
Con la creciente adopción de activos digitales, la demanda de soluciones de custodia de criptomonedas también está creciendo y la custodia de Ripple está a la vanguardia, según el informe de CNF.
En la actualidad, las family offices son los principales impulsores del mercado de criptomonedas, pero se espera que los fondos de pensiones sigan su ejemplo a medida que aumenta el interés institucional. Para satisfacer la demanda futura, los administradores de redes deben mejorar las medidas de ciberseguridad y prepararse para mayores volúmenes de activos. A medida que las empresas más grandes ingresen al mercado, los custodios deberán proporcionar soluciones de almacenamiento en caliente y en frío para una gestión segura de los activos.
Los socios tecnológicos desempeñan un papel fundamental a la hora de cerrar la brecha entre las finanzas tradicionales y la economía de los activos digitales. Al ofrecer soluciones de infraestructura seguras, proporcionan una base para la adopción institucional. El crecimiento de Ripple ha ejemplificado esta tendencia, impulsando a más bancos a colaborar con empresas tecnológicas para gestionar e integrar de forma segura las monedas digitales en sus servicios.